Los jardines sostenibles y de bajo mantenimiento son la opción ideal para decorar nuestro hogar de manera respetuosa con el medio ambiente y de fácil cuidado. En este artículo, exploraremos qué son los jardines sostenibles, los tipos de plantas que los caracterizan, quienes los diseñan y cómo la jardinería productiva sostenible contribuye a una vida más eco-friendly.
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Índice de contenidos
¿Qué son los jardines sostenibles?
Un jardín sostenible es un espacio verde diseñado para minimizar el impacto ambiental, aprovechando eficientemente los recursos naturales como el agua, el suelo y la energía. Estos jardines promueven la biodiversidad y reducen la huella de carbono al emplear técnicas y materiales que protegen el medio ambiente.
Los jardines sostenibles se distinguen por características como:
- Uso responsable del agua mediante técnicas cómo el riego por goteo o la acumulación de agua de lluvia.
- Selección de plantas autóctonas o adaptadas al clima local.
- Implementación de métodos como el compostaje para mejorar el suelo y reducir dependencia de fertilizantes químicos.
- Aplicación de métodos naturales para el control de plagas y enfermedades.
Tipos de plantas de bajo mantenimiento para jardines sostenibles
Para un jardín sostenible, la selección de plantas es clave. A continuación, te dejamos algunos tipos de plantas que pueden facilitar el mantenimiento de un jardín:
Plantas autóctonas
Estas plantas ya están adaptadas al clima y las condiciones del suelo local, lo que reduce la necesidad de riego y fertilización.
Plantas suculentas y cactus
Las suculentas como el aloe vera son excelentes para jardines de bajo mantenimiento debido a su capacidad para retener agua en sus hojas.
Hierbas aromáticas
Plantas como el romero, la salvia y el tomillo son hierbas que requieren poca agua y aportan un toque aromático al jardín.
Cubresuelos
Plantas como la hiedra o el trébol cubren el suelo, lo que reduce la erosión, mantiene la humedad y suprime el crecimiento de malas hierbas.
Árboles y arbustos resistentes
Árboles como el olivo o arbustos como el laurel ofrecen sombra y estructura al jardín sin requerir un riego intensivo ni cuidados constantes.
¿Quién diseña jardines sostenibilidades y de bajo mantenimiento?
El diseño de jardines sostenibles requiere conocimiento tanto en paisajismo como en ecología. Profesionales especializados como paisajistas y jardineros se encargan de planificar estos espacios. Su enfoque se centra en:
- Evaluar el clima y las características del suelo. Identificar las condiciones del lugar permite seleccionar plantas que prosperen con pocos recursos.
- Maximizar el aprovechamiento de agua. Diseñan sistemas de captación de agua de lluvia y zonas de drenaje natural para reducir la necesidad de riego artificial.
- Fomentar la biodiversidad. La selección de plantas nativas y el diseño de zonas de refugio para fauna local (como insectos y aves) ayudan a crear ecosistemas equilibrados.
- Planificar el jardín a largo plazo. Estos expertos consideran el crecimiento de las plantas, el desarrollo de las raíces y el cambio de las estaciones, asegurando que el jardín mantenga su salud y atractivo sin intervención constante.
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¿Qué es la jardinería productiva sostenible?
La jardinería productiva sostenible es una práctica que integra la producción de alimentos y plantas útiles en el diseño del jardín sostenible. Se enfoca en crear un espacio donde se puedan cosechar alimentos, hierbas o plantas medicinales, sin diseñar el ecosistema ni demandar un alto consumo de recursos. Esta práctica es una excelente opción para quienes desean un jardín que además de ser estético sea funcional.
Algunos ejemplos de jardinería productiva sostenible incluyen:
- Huertos urbanos y verticales. Ideales para pequeños espacios, estos jardines permiten cultivar alimentos frescos y reducir la necesidad de productos comprados en tiendas.
- Jardines de hierbas. Plantas como el tomillo, el cilantro y el perejil son útiles para la cocina y pueden crecer con muy poco cuidado.
- Compostaje en el jardín. Reutilizar restos orgánicos como hojas secas o restos de comida no solo nutre el suelo, sino que también reduce la cantidad de residuos.
- Asociación de plantas. Cosiste en plantar especies complementarias que beneficien su crecimiento mutuo, como el clásico ejemplo de tomate y la albahaca.
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Además de contribuir a una vida más sostenible, la jardinería productiva ofrece una experiencia gratificante y económica, y convierte el jardín en una fuente de recursos naturales.