El replanteo de obras es un proceso básico en toda construcción. Sobre los planos, todo puede parecerte perfecto, pero se tiene que llevar a la realidad de forma que pueda seguir estándolo. Con ello, se evitan sorpresas desagradables durante y posteriormente a una obra. Si quieres saber más sobre ello, quédate con nosotros. Además si quieres dedicarte al sector de la construcción, te recomendamos que empieces por echarle un vistazo al postgrado auxiliar de topografía.
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¿Qué es el replanteo de obras y para qué sirve?
Esta labor consiste en trasladar las medidas y otros elementos indicados en los planos al terreno donde se va a ejecutar la obra. Para realizarlo, se utilizan instrumentos topográficos tales como estacas, tochos, clavos o camillas. Y se deben usar como referencia las propias bases de ese terreno.
No obstante, cuando se está realizando una obra grande, es recomendable que instalar unas bases intermedias. Estas te permiten planificar las labores de replanteo con mayor exactitud. En definitiva, mediante este paso se garantiza un mejor control de todo el trabajo posterior a desarrollar en la obra. Es decir, con el replanteo se garantiza un mejor conocimiento del trabajo que se va a desarrollar.
Asimismo, es posible adelantarse a futuros problemas que puedan surgir, incluso evitando patologías de la construcción. También es una manera de asegurarse del cumplimiento de todas las normativas y dejar más satisfecho al cliente.
En definitiva, permite mantener un control de todo el desarrollo de la obra, yendo siempre un paso por delante de ella.
Tipos de replanteos
Básicamente, existen dos tipos de replanteo cuyas diferencias se hallan en el instrumental usado:
- Replanteo topográfico, que usa mediciones electrónicas y se vale de fórmulas trigonométricas.
- Replanteo artesanal, que usa principios básicos de geometría. Lógicamente, es más preciso el primero, aunque también resultará más costoso.
Herramientas para replantear una obra
Para llevar a cabo un replanteo de obras necesitas una serie de utensilios o herramientas. La falta de alguna puede llevar a cometer errores que, a la larga, encarezcan una obra. Estas herramientas son:
Regla
Es un perfil metálico, generalmente de acero galvanizado, que sirve para el trazado de líneas rectas. Para mayor exactitud, hay que rechazar aquella regla que tenga dobleces o golpes.
Escuadra
También es un perfil cuadrado y hueco, como el anterior, pero en este caso forma un triángulo rectángulo o a veces isósceles. Mediante ella se trazan tanto ángulos rectos, como de 30 o de 60 grados y perpendiculares. Puede ser grande o pequeña.
Plomada
Consiste sencillamente en un peso atado a un cordel o a un alambre y sirve para señalar la verticalidad de cualquier elemento. Es de gran ayuda para comprobar que una pared está perfectamente vertical.
Por otra parte, el peso debe ser mayor cuanto más alta sea la pared que se quiera comprobar. También es importante que realizar esta operación cuando no haga viento. En caso de que sople, puede usarse un tubo alto para introducir el peso y que no se mueva.
Nivel de burbuja
Es una pieza en forma de paralelepípedo que lleva un tubo transparente con dos marcas en su centro. Este se encuentra lleno de agua y también tiene una burbuja que se sitúa en su parte más alta. Sirve para comprobar que un plano es totalmente horizontal. Esto sucede cuando se ve la burbuja que coincidente entre las dos marcas.
Nivel de agua
Consiste en una manguera de plástico que debe llenarse de agua. A través del principio de vasos comunicantes, permite marcar niveles. No obstante, para ello hay que evitar que se pliegue, que tenga aire dentro o que sufra cortes o porosidades.
Jalón
Es una barra metálica cilíndrica que lleva una punta en la parte inferior. También se pinta alternamente con barras blancas y rojas. Es útil para marcar alineaciones o puntos.
Niveleta
Pieza de madera o metálica que tiene forma de T y que también se pinta en dos colores. A veces, en rojo y blanco, pero otras en este último color y en negro.
Otras herramientas
Hay otras muchas herramientas que puedes usar para un trabajo de replanteo. Entre ellas: estacas, clavos, galga, cordel, alambre, espray de pintura o cinta métrica.
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¿Cómo se hace el replanteo de una obra?
Lo primero que se hace cuando es necesario realizar un replanteo es revisar bien las herramientas de las que hemos mencionado, para comprobar que están en buen estado y no llevarán a cometer errores. El siguiente paso es marcar un punto fijo en el que se apoyará todo el trabajo. Normalmente se hace trazando dos líneas perpendiculares y señalando el lugar donde se cruzan.
A continuación, hay que repasar bien el proyecto de obra para rectificar posibles errores. Esto permitirá analizar todo el proceso, desde su inicio hasta su acabado. La mejor forma de hacerlo es en orden inverso a la ejecución. Por ejemplo, si hay que instalar los pilares de la fachada, se comienza por revisar la alineación de esta y el espesor de sus capas.
Luego se coloca el canto forjado y hay que revisar su aislamiento. Si todo está correcto, ya se pueden situar los pilares. A continuación, hay que con los planos. Si coinciden o la diferencia no es importante, se puede proceder con la obra de construcción.
La importancia del topógrafo
El topógrafo es una figura básica en cualquier replanteo de obras. Como te decíamos, esta labor consiste en llevar al terreno la información que se halla en los planos. Dicho de otra forma, en marcar el anclaje inicial, las lindes, las segregaciones y otros elementos básicos del proyecto. Se trata, por tanto, de un trabajo de precisión que debe hacerse con el instrumental adecuado.
A su vez, este instrumental debe ser manejado por un profesional. Y ese no es otro que el topógrafo equipado con una estación total. En cierto modo, el replanteo supone hacer un levantamiento topográfico, pero a la inversa.