La importancia del autómata programable, también conocido como PLC, en la industria de fabricación y procesos es indiscutible. Por este motivo, en este blog te repasamos todas sus características y propiedades. De esta manera podrás conocer mejor por qué se ha convertido en una herramienta tan indispensable. Además, si quieres enfocar tu futuro profesional hacia el sector de la industria y la producción, el máster en montaje y mantenimiento de sistemas de automatización industrial te dotará de todos los conocimientos técnicos necesarios para dedicarte a ello.
Índice de contenidos
¿Qué es un autómata programable?
Es un controlador lógico que se puede programar para que se encargue de automatizar los procesos industriales electrohidráulicos, electromecánicos y electroneumáticos. Igualmente, te permite automatizar desde un proceso en su totalidad a funciones específicas de cada máquina a la que se asocie. Funciona gracias a dos factores. El primero se trata de la instalación de diversos sensores y dispositivos de entrada a los que se conecta. El segundo, es que recibe la información de los mismos, procesa los datos y los convierte en órdenes, dependiendo de los parámetros que se hayan programado.
Así, es posible conocer el tiempo de ejecución de cada trabajo, la productividad de cada máquina e incluso su temperatura. Es posible detener un proceso, acelerarlo, determinar la puesta en marcha de una alarma y detectar cualquier alteración en la producción. Esta solución se adapta siempre a tus necesidades y es totalmente personalizable.
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Ventajas y desventajas de los autómatas programables
Si bien la información anterior ha podido sorprenderte, has de saber que un autómata programable tiene una parte positiva y otra negativa. A continuación te lo desvelamos.
Ventajas
En lo que respecta a las ventajas, mejora, sensiblemente, la consecución de los siguientes objetivos:
- Mayor facilidad de controlar eficazmente todos los procesos de una industria.
- Una rapidez de respuesta más eficaz.
- Su programación es muy segura.
- No necesita demasiado espacio para su correcto funcionamiento.
- Se instala con facilidad.
- Apenas ocupa espacio.
- Aumenta el ahorro de costes energéticos.
- Ayuda a monitorizar el funcionamiento de cada máquina y a reducir el coste de su mantenimiento. La detección de averías y la falta de productividad se detectan con rapidez, logrando un gran resultado.
- La realización de los proyectos se lleva a cabo en menos tiempo.
- Permite añadir modificaciones a cualquier proyecto sin coste alguno.
- Es posible gestionar distintos controladores con un único autómata. El retorno de la inversión es casi inmediato.
Desventajas
En cuanto a las desventajas, has de tener en cuenta que todos los beneficios mencionados solo son accesibles en el caso de que:
- La industria cuente con mano de obra con la formación más adecuada para sacarle el máximo partido a este avance tecnológico.
- Se esté dispuesto a realizar algunas modificaciones, necesarias para poder centralizar su uso.
- Las condiciones ambientales han de ser apropiadas para que el autómata funcione correctamente (dependiendo siempre del tipo y modelo instalado).
- La posibilidad de controlar hasta el más mínimo detalle de cada proceso no siempre justifica esta inversión, que puede ser demasiado alta, dependiendo de cada caso particular.
¿Cuáles son los tipos de autómatas programables?
Antes de comentarlos, es esencial recordar su estructura interna. Un autómata programable debe conocer las especificaciones técnicas del proceso a automatizar y las opciones tecnológicas para elegir la mejor opción. El objetivo no es otro que el de actuar en lugar del operario, para ahorrarle tiempo de trabajo. Los tipos principales son dos:
Lazo abierto
En el PLC entra una señal de consigna y automáticamente decide cuál es la acción a realizar para mejorar el proceso. Este tipo no está conectado al proceso en sí, por lo que ignora cuál es el resultado de su decisión.
Lazo cerrado
Tras recibir la señal, se toma la decisión y se envía una señal a través de los sensores. El controlador sabe si ha acertado o no en su decisión, y puede modificarla hasta lograr el objetivo previsto.
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¿Cuáles son las partes de un autómata programable?
Para explicar el funcionamiento de un PLC es importante que conozcas cuáles son las partes que lo componen:
- Unidad de procesamiento central (CPU). Es el ordenador en cuyo disco duro se encuentra el hardware y el software. Es necesario tanto para que el controlador tome las decisiones programadas como para que realice los trabajos correspondientes.
- Memorias. Se dividen en dos. En la RAM se almacenan todos los programas y aplicaciones. Permite leer y escribir datos. La ROM se encarga de almacenar las instrucciones de la máquina. Solo permite leer los datos.
- Sistema de entradas y salidas. Se conocen como periféricos y se conectan a las partes anteriores para mejorar la toma de decisiones. A cada dato recopilado le otorga una función concreta. De su valoración posterior dependerá el éxito de la programación del controlador.
- Terminal de programación. Permite la introducción de cuantas especificaciones se quieran programar. Procesa la información automáticamente, para ayudar al autómata programable a mejorar su eficacia.
- Fuente de alimentación. Usa la corriente alterna y la discontinua para garantizar el suministro eléctrico al controlador.
El PLC se pone en marcha recibiendo en su sistema de entrada una orden o alteración del funcionamiento de una máquina. Tras su interpretación, el dato pasa por las memorias y, posteriormente, al sistema de salida, ya con las instrucciones necesarias. Las mismas llegan a la máquina o dispositivo correspondiente, que altera su funcionamiento según se le indique. El controlador podría realizar modificaciones en caso de que sea un lazo cerrado. En caso contrario, un operario debería controlar si todo va según lo previsto.
Ejemplos de uso
Tras toda la información anterior, quizá te preguntes en qué tipo de industria tiene mayor utilidad un PLC. Pues sirven para máquinas ensambladoras y en líneas de ensamblaje de piezas (fábricas, especialmente). También, en líneas de producción, siendo habituales en fábricas de pan, café, refrescos y caramelos. Es decir, en procesos industriales de productos que conlleven la participación de diversos elementos. Cada controlador ayuda a llevar el orden correcto y a conseguir el objetivo de controlar la producción.
Así, un autómata programable es siempre de gran ayuda para cualquier industria. Esperamos haberte aclarado cuáles son sus ventajas y motivos de su implantación. Las marcas de productos electrónicos más importantes han apostado decididamente por su fabricación. De hecho, su tasa de implantación va siempre en aumento gracias a su capacidad para reducir errores y a la facilidad de su uso.