La arquitectura minimalista es una tendencia que sigue resistiendo el paso del tiempo. Fue Ludwig Mies Van Der Rohe el que, en 1930, acuñó el término. Curiosamente, no fue hasta la década de los 60 del pasado siglo cuando la tendencia comenzó a popularizarse. Sin embargo, a finales de los 80 alcanzó su máximo éxito. Así pues, fue Van der Rohe el que con la frase «menos es más» definió su propio estilo. Este se basa en el recorte de los excesos y el respeto por las formas, consiguiendo crear un espacio funcional y más aprovechable. Si quieres saber más sobre este estilo arquitectónico, sigue leyendo. En este post te contamos todas sus características. Además, si quieres ampliar conocimientos y estudiar arquitectura online, echa un vistazo a toda la oferta formativa que tenemos disponible.
Índice de contenidos
Características de la arquitectura minimalista
Te habrás dado cuenta de que la arquitectura minimalista se puede definir como una arquitectura sin adornos que busca la esencia de cada elemento. Es decir, no importa el resultado estético, sino lo que transmitirá cada diseño. Igualmente, se apuesta por la integración en el entorno y por el respeto a la naturaleza. Para reconocer un diseño minimalista puedes basarte en el repaso a las siguientes características.
Simplicidad
Cada parte de la casa o edificio se adapta con naturalidad a lo que esperas de ella. Las fachadas son totalmente lisas, mientras que los interiores apuestan por la amplitud y por integrar ventanas u otros elementos sin alterar su usabilidad.
Exteriores diáfanos y revestimientos uniformes
No hay áreas destacadas o decoración recargada. Lo importante es respetar las peculiaridades del material utilizado. No es necesario cubrirlo con un revestimiento para camuflarlo, más bien todo lo contrario. La naturalidad es la clave.
Espacios luminosos sin barreras
La arquitectura minimalista brilla, especialmente, en el interior. Lo habitual es usar los siguientes elementos:
- Colores claros para las paredes interiores.
- Áreas con colores neutros.
- Estancias en las que puedes verlo todo sin esfuerzo.
- Presencia de ventanales amplios para aprovechar la luz natural.
Elementos decorativos sencillos
Los acabados se caracterizan por ser siempre simples. Se busca eliminar la distorsión y mantener la armonía. Por ejemplo, de tener que incluir una escalera en un espacio lo habitual es que esta no tenga agarradera. Lo mismo sucede en la zona exterior, que se busca siempre la alineación perfecta. Las ventanas forman una única pieza con la fachada.
Los materiales forman parte del diseño
No se crea un plano y se eligen los materiales, sino al revés. Lo más habitual es usar un par de materiales y darles la textura necesaria. Es habitual el uso de paneles, mosaicos o patrones diversos, pero siempre con el mismo material como base. Igualmente, el vidrio o los ladrillos se dejan sin revestir para que cumplan su función decorativa.
Orden y claridad
El arquitecto que apuesta por esta tendencia busca, en realidad, ordenar las texturas, los colores y las formas a su disposición. La idea es lograr crear un espacio sin interferencias. Es el espacio el que se adaptará a ti de forma fluida.
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Ventajas y desventajas de los edificios minimalistas
El minimalismo tiene defensores y detractores, por ello es importante conocer los pros y contras de esta tendencia.
Aspectos positivos
Los edificios ofrecen una sensación de equilibrio. Las líneas rectas se combinan con las formas redondeadas con naturalidad. El uso de colores neutros es siempre recomendable para crear un espacio en el que tú eres el o la protagonista.
Los materiales nobles aportan calidez a cada espacio. No tendrás que pasar demasiado tiempo limpiando gracias a la sencillez de las formas elegidas. Son edificios muy luminosos que disponen de una mayor capacidad de almacenamiento. Vivir en un edificio minimalista es siempre sinónimo de renunciar a lo superficial. Quédate con lo esencial para disfrutar más. Según algunos psicólogos, la sencillez te permite relajarte más y pensar mejor.
Aspectos negativos
Es habitual que los que más critican los edificios minimalistas se basen en las siguientes razones:
- Considerar que es un ataque directo a la creatividad del arquitecto. A la hora de diseñar un edificio no puedes salirte de las directrices marcadas.
- La homogeneidad provoca aburrimiento.
- El uso de la misma gama cromática no permite crear ambientes distintos.
- Algunos elementos arquitectónicos son necesarios. Su ausencia total no es recomendable.
- Es un estilo demasiado anticuado que no tiene sentido en pleno siglo XXI.
- Los materiales más modernos ofrecen una funcionalidad mayor.
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Ejemplos de casas minimalistas
Hemos recopilado los ejemplos más conocidos para que puedas revisar mejor sus características.
Glass House, en Estados Unidos
Se encuentra en Connecticut (Estados Unidos). Se conoce también como el hogar de Philip Johnson y data de 1949. Fue la primera aportación a la modernidad arquitectónica en el antedicho país. Johnson quiso crear una casa que se integrase en la naturaleza y lo consiguió.
El entorno natural es el gran protagonista de una casa fabricada en vidrio con espacios diáfanos. Verla por dentro es lo más parecido a sentarse en plena naturaleza a disfrutar del paisaje.
Villa Tugendhat, en República Checa
La encontrarás en Brno (República Checa). Se construyó en 1930 por Van der Rohe y es un perfecto ejemplo de su concepto de arquitectura. El uso de hierro para su estructura y de ónice para los muros fue toda una revolución. Lilly Reich y el arquitecto diseñaron el mobiliario a base de tubos, maderas y cuero. De hecho, incluso crearon la conocida silla Brno que sigue fabricándose. La casa es un espacio totalmente conectado a su entorno que sorprende por su modernidad.