El pH del agua es un factor clave para determinar su calidad y seguridad para el consumo humano, el uso en la agricultura o su impacto en los ecosistemas acuáticos. Entender qué es el pH del agua y cómo medirlo es fundamental para garantizar un suministro de agua saludable y equilibrado. En este artículo, exploraremos qué es el pH del agua, cuál es el nivel adecuado para el agua potable y cómo verificarlo correctamente.
Especialízate en este sector y amplía tus horizontes laborales formándote con nuestro máster en depuración y tratamiento de aguas.
Índice de contenidos
¿Qué es el pH del agua?
El pH es una medida que indica la acidez o alcalinidad de una sustancia en una escala de 0 a 14. En este sentido, el pH del agua nos dice cuán ácida o básica es. Un pH de 7 se considera neutro, valores inferiores a 7 indican acidez, y valores superiores a 7 indican alcalinidad.
El pH del agua potable debe mantenerse en un rango seguro para el consumo humano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las normativas de calidad del agua de muchos países, debe estar entre 6.5 y 8.5. Este rango asegura que el agua no sea demasiado ácida ni demasiado alcalina, lo que podría afectar tanto su sabor como su seguridad para la salud.
Si el agua tiene un pH demasiado bajo, puede ser corrosiva y disolver metales tóxicos de las tuberías, como el plomo o el cobre. Por otro lado, un pH muy alto puede dar lugar a una acumulación de sedimentos y afectar la efectividad de productos como el cloro, utilizado en la desinfección del agua potable.
¿Cómo verificar el pH del agua? Los pasos para hacerlo
Medir el pH del agua es un proceso sencillo que puede realizarse con varios métodos accesibles. A continuación, te mostramos los pasos para verificarlo de manera efectiva:
Elige un método de medición
Existen diferentes métodos para medir el pH del agua, cada uno con su nivel de precisión y facilidad de uso.
- Tiras reactivas. Son económicas y fáciles de usar, aunque menos precisas que otros métodos. Se utilizan sumergiéndolas en el agua y comparando su color con una escala de referencia.
- Reactivos líquidos. Ofrecen mayor precisión que las tiras reactivas. Se añaden unas gotas de reactivo al agua y se observa el cambio de color para determinar el pH.
- Medidores digitales. Son los más precisos y profesionales. Requieren calibración periódica, pero proporcionan lecturas exactas en cuestión de segundos.
Recoge una muestra de agua
Para obtener resultados precisos, utiliza un recipiente limpio, preferiblemente de vidrio, y asegúrate de no contaminar la muestra con residuos o sustancias externas. Es recomendable tomar la muestra directamente del grifo o de la fuente de agua a analizar.
Aplica el método elegido
Una vez se ha escogido la manera deseada, se realiza la evaluación de la manera correspondiente. El procedimiento de las tiras reactivas es muy sencillo; se sumergen en el agua durante unos segundos y se compara el resultado con la escuela de colores proporcionado en el kit.
Si se ha escogido el sistema del reactivo líquido, se agrega en forma de gotas, tal como se indica en las instrucciones, se observa el color resultante y se compara, también, con la escala de referencia. Por último, si se ha escogido el método del medidor digital, se enciende y se introduce en el agua, se debe esperar unos segundos hasta que la lectura se estabilice.
Interpreta los resultados
Compara el valor obtenido con la escala de pH. Uno entre 6.5 y 8.5 indica que el agua es segura para el consumo humano. Si el pH está fuera de este rango, es posible que necesites ajustar su acidez o alcalinidad utilizando tratamientos específicos, como filtros de neutralización o agentes químicos.
Realiza mediciones periódicas
El pH del agua puede variar con el tiempo debido a diferentes factores, como la composición del suelo, la presencia de contaminantes o el tratamiento químico. Para asegurar que el agua mantiene un pH adecuado, es recomendable medirlo regularmente, especialmente en fuentes no reguladas, como pozos o sistemas de filtración caseros.