Los diferentes tipos de herbicidas están hechos de componentes químicos que se usan para erradicar plantas que pueden ser dañinas para un terreno. No obstante, también hay algunos productos naturales que se utilizan con esta finalidad. Por lo que si te interesa el tema y quieres saber más sobre ello, sigue leyendo. En este post te explicamos todo lo que debes conocer sobre los herbicidas. Y recuerda que el máster en paisajismo te formará en el cuidado de plantas y diseño y mantenimiento de jardines.
Índice de contenidos
¿Qué son los herbicidas?
Un precedente lejano se podría encontrar la antigua Roma, donde se utilizaban sal y aceite para intentar disminuir el crecimiento de las malas hierbas en las zonas de cultivo. En los siglos XVIII y XIX se empiezan a utilizar compuestos químicos para evitar el crecimiento de plantas no deseadas. Estos son el ácido sulfúrico, el nitrato de cobre o el sulfato de cobre. El el último cuarto del siglo XIX aparecen los rociadores, con los que se agilizó considerablemente el esparcimiento de estos productos.
En la década de los cuarenta del siglo XX hacen su aparición los componentes sintéticos que, en 1944, comienzan a comercializarse con la finalidad de controlar las malezas. Estos pesticidas han sido utilizados, en ocasiones, como arma de guerra. En la Segunda Guerra Mundial se utilizaron contra cultivos alemanes y, en Vietnam, el denominado «agente naranja» se haría tristemente famoso por ser el causante de la deforestación de grandes superficies.
En la actualidad, estos compuestos están sometidos a estrictos controles de seguridad por parte de cada país y no son más que un tipo de sustancia química o biológica que se utilizan para prevenir el crecimiento o eliminar la maleza.
Diferencia entre herbicidas y pesticidas
¿Sabrías diferenciar un herbicida de un pesticida? Ambos son productos químicos destinados al control de plagas, la diferencia está en el alcance de cada uno de ellos. Mientras que los primeros centran su actuación en las malas hierbas, los pesticidas tienen un alcance más amplio. Dentro de estos últimos compuestos están los insecticidas, que tienen como misión el control de plagas de insectos, los fungicidas, que tienen como objetivo la eliminación de hongos parásitos, o los rodenticidas, que se encargan de controlar las plagas de roedores.
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¿Cuáles son los tipos de herbicidas?
Te preguntarás cuántos tipos de herbicida existen. Lo cierto es que tenemos que hacer varias clasificaciones en función del momento de aplicación, de la forma en que se emplean y de su modo de uso.
Según su manera de actuar
En este caso, se pueden distinguir entre los productos denominados de acción total y los de acción selectiva. Los primeros actúan sobre todo tipo de vegetación y son muy utilizados para el control de la maleza en zonas urbanas y en terrenos no destinados al cultivo. Por contra, los de acción selectiva atacan solamente determinadas especies de plantas, siendo inofensivos con el resto. Este tipo de producto se utiliza en los cultivos.
Según su modo de empleo
Conforme a esta clasificación, se pueden distinguir los residuales y los foliares. Los residuales son aquellos que se echan directamente al suelo. Al mezclarse con el agua de la lluvia o del riego, forman una capa en la superficie que elimina las malas hierbas cuando estas germinan.
Los foliares se pueden dividir en sistémicos y de contacto. Los primeros penetran en la planta no deseada y llegan hasta la raíz, de tal forma que la planta muere. Por el contrario, un herbicida de contacto solo matará la parte de la planta con la que entre en contacto, no llegando hasta la raíz.
Según el momento en el que se utilizan
Esta clase de pesticidas los podemos dividir entre productos presiembra y postsiembra. Como su propio nombre indica, los primeros se aplicarán con carácter previo a la siembra y los segundos posteriormente.
No obstante, los pesticidas postsiembra pueden ser divididos, a su vez, en productos de preemergencia y de postemergencia. La diferencia entre ellos es que los pesticidas de preemergencia se aplican sobre el cultivo antes de germinar, mientras que los de postemergencia se administran una vez que el cultivo ya haya germinado.
Ventajas y desventajas del uso de herbicidas
Como ya hemos señalado, los herbicidas tienen como objetivo la erradicación de las malas hierbas. Estas plantas suponen un perjuicio para los cultivos, puesto que van a disputar recursos, como el agua y el espacio, a las plantas cultivadas.
Entre las principales ventajas de estos productos destacan:
- Hacen la labor de erradicación de la maleza más fácil y cómoda que si hubiera que hacerla de forma manual. Además, permiten ahorrar tiempo en esta tarea.
- Favorecen los cultivos. Al no tener competidores respecto a los recursos, las plantas cultivadas pueden crecer en mejores condiciones.
- Permiten un ahorro económico, sobre todo en mano de obra. Los agricultores no tendrán que contratar otros trabajadores para erradicar las malas hierbas.
Por contra, cabe destacar que:
- Si no se emplean bien estos productos, pueden dañar plantas que no quieras eliminar.
- Es necesario tener mucho cuidado en el uso de estos productos, puesto que si se utiliza el herbicida inadecuado puede causar perjuicios en animales y personas.
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Alternativas a los herbicidas
A continuación, te damos algunas pistas sobre las posibles alternativas que puedes utilizar si no quieres emplear agentes químicos para erradicar las malas hierbas.
En espacios urbanos o pequeños, como por ejemplo jardines, la siega de las malas hierbas es una alternativa totalmente inofensiva con el entorno. Existen máquinas, como por ejemplo las desbrozadoras, que ayudan a limpiar los espacios de maleza de forma bastante eficaz. Aquí encontrarás más información sobre las herramientas básicas utilizadas en jardinería.
Para los jardines son muy eficaces las mallas antihierbas y la grava. También han dado buenos resultados la utilización de otros elementos como serrín o paja. El uso de materia orgánica es especialmente interesante porque, además de evitar el crecimiento de malas hierbas, ayudan a prevenir la erosión del suelo.
También se pueden utilizar algunos remedios caseros que ayudarán a combatir la propagación de la maleza. Uno de estos remedios es extender bicarbonato sódico sobre las hierbas a eliminar y posteriormente mojarlas ligeramente. El agua hirviendo es otro de estos remedios que suele dar muy buen resultado, sobre todo el agua en el que se hayan cocido patatas o verduras. La lejía y el vinagre son otros dos productos que tendrás en casa y que te pueden ayudar a evitar la aparición de maleza.
Así, podemos concluir que los herbicidas son unos compuestos muy importantes por la función que desempeñan. No obstante, es esencial que conozcas todas las posibilidades de control de la maleza.